El CMD se volvió a reunir. Esta vez fuimos a la Pedriza , un entorno impresionante, con piedras y formas muy peculiares y característicos. Llevábamos 2 años sin pasar por allí. Nuestro objetivo, el Yelmo o Peña del Diezmo, una de las cumbres mas características de esta parte de la sierre de Madrid, con una altura de 1.717 metros . Nos dimos cita, Martita, el Cigu, el Moro, el Negro, Bobby y el Búho. Quedamos en Manzanares el Real. Tras un fugaz desayuno, nos trasladamos al parking de Canto Cochino, en el interior de la pedriza. A las 9h, comenzamos la marcha. El planteamiento del día era subir al Yelmo, y hacer una ruta circular. Comenzamos la ascensión, con energía. El día prometía. Cielo despejado, pero con baja temperatura, y con nieve y hielo en las zonas mas sombrías. Empezamos abrigados, pero tan pronto como nos empezó a dar el sol, empezamos a quitarnos capas. Conforme tomábamos altura, las vistas tanto de las cumbres nevadas, como de Madrid a lo lejos, nos deslumbraban con su belleza. Vimos varias cabras (últimamente…las vemos en todas las salidas). Fuimos haciendo paradas, además de para ir quitándonos prendas, para disfrutar de las vistas y hacernos fotos. El Negro, se lesionó levemente en el glúteo (culo en castellano)….un poco de cremita…y a seguir, volvió a demostrar que es un tío duro. Llegamos a la base del Yelmo. Comenzamos la ascensión sorteando las rocas más nevadas y heladas. Había que estar atento para no resbalar. Finalmente llegamos a la famosa grieta del Yelmo, un angosto paso, en el que la destreza y la agilidad son muy necesarias. Nos reímos mucho….una vez mas. Volvimos a escuchar frases míticas como” no puedo, no puedo”….pero finalmente pudimos. Marta fue la única que se dio mus. Una vez en la cumbre, admiramos, desde ese privilegiado punto las maravillosas vistas que nos rodeaban (con la cuerda larga nevada de fondo). Hicimos fotos con las banderas y el Moro le regaló al Cigu, un Cigueñín de peluche. Después, volvimos a bajar por la grieta….un descojone. Tras descender de nuevo por las rocas heladas, decidimos comer y descansar un rato a la altura de “ la cara y las cuatro damas” rocas singulares. Después, comenzamos el descenso hacia el punto de origen, el parking de Canto Cochino. Al ser una cara norte y sombría, nos volvimos a encontrar con bastante nieve y hielo, que nos acompañó hasta el collado de las dehesillas. Ahí hicimos parada y foto de grupo. Finalmente, tras pasar por el Tolmo (roca singular), y descender en paralelo al río, terminamos ruta a las 15h. Tomamos una tapas y unas cervezas en el bar del parking, comentando el gran día que habíamos pasado y planeando nuevos retos. El CMD, mas vivo que nunca…el final de año y el 2014, promete !!!!!
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