En el CMD no dejamos pasar otra
buena oportunidad de disfrutar de la montaña con buen tiempo y un manto
aceptable de nieve ayudado por una ligera nevada días antes. Decidimos
desplazarnos al puerto de Cotos y por la cara noroeste atacar Cabeza de Hierro
Mayor (segunda cumbre de la Sierra de Guadarrama tras Peñalara con 2381 m de
altitud) subiendo por la canal principal del paraje conocido como los Pulmones.
Para desplazarnos a Cotos (que se
está volviendo imposible para aparcar si no eres un ave nocturna, un sonámbulo
o vas con la furgona la noche de antes a montar el mercadillo) decidimos
aprovechar el servicio de autobuses lanzadera que se inauguraba ese mismo día y
cuyo recorrido parte desde Los Molinos (Los Molinos – Cercedilla – Puerto Navacerrada
– Puerto de Cotos – Valdesquí ). A las 7´15 h nos dimos cita Raúl (que aún no
tiene su mote o el que escribe no lo conoce), la recepcionista, el chivo y el
Cigü que se encontraba en su hábitat natural ya que el punto de salida de este
nuevo servicio parte del “Parque de las Cigüeñas”….jajajajaja!!!. Fuimos los
pioneros y únicos en tomar el primer autobús (7´30h) y tras reclamar algún
detalle tanto al conductor como a un supervisor de la empresa (un cafelito, una
cinta que cortar, viaje gratis, un político al que estrechar la mano… uy no,
quita, quita, en estos tiempos mejor que no!!!!) partimos puntualmente a
nuestro destino.
Llegamos a las 8´05 al puerto de
Cotos sin tráfico, sin atascos y únicamente habiendo recogido a una jubilada en
Cercedilla que aprovecho su abono para tener a alguien a mano para darle
palique durante todo el trayecto…. señora que no se debe hablar con el
conductor!!!!.
Nuestros primeros pasos fueron por
la carretera de Valdesquí, desviándonos dirección al refugio del Pingarrón
(donde ya podemos divisar en detalle los Pulmones, la canal a subir y nuestro
objetivo), posteriormente descendiendo al paso del arroyo de Guarramillas y
volviendo a tomar altura para volver a descender al paso del arroyo de las
Cerradillas…. Estos sube y baja de vuelta minaran la moral de la tropa… pero
con buenas, amenas y divertidas conversaciones es un gustazo compartir
sufrimientos. Desde el último puente se toma dirección ascendente hasta que
llegas a un torrente/arroyo que te lleva directamente en dirección a la base de
los Pulmones.
En dicha base procedemos a
ponernos los crampones, el casco y tomar en mano el piolet… al menos aquellos
que no se lo olvidaron en casa. Desde este punto se va ganando altura y
remontando esta canal cuya inclinación en ciertos puntos supera los 45 grados y
que al ser cara noroeste suele estar helada. Fuimos ganando altura y admirando
a los más osados y experimentados atacar/subir las cascadas de hielo que quedan
a la derecha. Entre fotos de este paraje espectacular y con unas vistas
extraordinarias a nuestra espalda del macizo de Peñalara y Cerro de Valdemartin
atacamos con prudencia la última parte de la canal. En esta parte coincidimos
con una pareja de montañeros que a su pesar formaran parte de los recuerdos
imborrables que nos dejan siempre estas rutas. El cigü iba “abriendo pista” e
ilustrándonos con su saber y experiencia en estas situaciones. Raúl sin piolet
iba supliendo su falta con un bastón y prudencia máxima mientras el chivo y la
recepcionista seguían los pasos del Cigü. El chivo que tiene su mote por nada
que ver a las habilidades de una cabra montesa opto por irse a la izquierda y
aprovechar una zona con algo más de roca y la recepcionista se fue yendo más a
la derecha de la canal. El caso es que o algo nos intuíamos o por dejar vía
libre en la canal nos adelantó en la misma uno de los montañeros con los que
coincidimos en esta subida. Instantes después según vieron tanto el cigü como
la recepcionista este hombre que nos adelantó se giró en quizás el punto más
helado, inoportuno y expuesto, para quien coño sabe que (sentarse, hacer fotos,
admirar las vistas, etc…) y desgraciadamente para él resbalo. Mirando al valle,
con mucha inclinación y nieve helada cogió una velocidad increíble sin poder
detenerse, rozo a la recepcionista (no se la llevo puesta de milagro), empezó a
dar volteretas canal a bajo entre hielo y piedras para acabar parando unos
30/35 metros más abajo por fortuna para el porqué en ningún momento tuvo opción
de hacer una auto detención con el piolet. Al momento gritos de estas bien,
tranquilidad por ver que se movía e incorporaba (al momento ya estaba retomando
la canal… increíble que no se rompiera nada y sin llevar casco!!!!) y un susto
en el cuerpo para los que allí lo presenciamos. El subió a tope de adrenalina y
más tranquilo que nosotros. En frío seguro que se da cuenta de la inmensa
suerte que tuvo o no? Un baño de realidad para despertarnos del sueño de lo
chulo que es la montaña nevada pero la delgada línea que separa el disfrute de
la tragedia. En la montaña la confianza extrema, la falta de atención y la
perdida de respeto a lo que estás haciendo acaba en fallos y errores que te
pueden jugar una mala pasada.
Nos recuperamos del susto, la
impresión de lo vivido y completamos la canal. En poco más de cinco minutos
hicimos cima en Cabeza de Hierro Mayor, nos hicimos las oportunas fotos,
disfrutamos del paisaje, comimos y charlamos animadamente disfrutando del espectacular
tiempo que nos acompañó durante la jornada. Retomamos la ruta descendiendo por
una pala a la izquierda de la ruta de subida hasta recuperar el paso del último
de de los arroyos y rehacer el camino de vuelta hasta Cotos. Llegamos sobre las
15h para volver a tomar la lanzadera (esta vez ya íbamos más de diez personas)
hasta nuestro origen en los Molinos.
Allí finalizamos la jornada
tomando unas cervezas, con charlas animadas, risas y recordando tanto los
buenos momentos como esa impactante experiencia que se quedará como una
anécdota en la que no pasó nada pero con el regusto amargo de que si pudo pasar
algo más.
Nos acordaremos de esta ruta por
lo que pudo pasar y quedo en nada, porque fuimos los pioneros en usar un
servicio que más pronto que tarde se impondrá ya que se acabará acotando el
acceso al vehículo particular (tiempo al tiempo…) y por algún siete importante
en los pantalones de Raúl y sobre todo del chivo!!!! Qué difícil es andar con
los crampones entre piedras y sin ellos… no Cigü? Que también se marcó unos estilosos
y buenos pasos de baile en el torrente de subida. Que todo sea siempre un
tropezón o un siete en el pantalón!!!!! Esperando y deseando volver a nuestra querida
montaña.
Pincha en el link para ver las Fotos!!!!!
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